El adiestramiento canino es a día
de hoy una profesión, pero hasta hace no mucho no era reconocido como tal.
Es una profesión que ha vivido
y sufrido muchos cambios, muchas etapas, mucha evolución.
Podría escribir largo y
tendido acerca del adiestramiento cognitivo- emocional, pero no lo haré, e
intentaré resumir lo más brevemente posible lo que aprendí con el equipo de
Educan a quién debemos agradecer la
posibilidad de esta entrada (y al libro de C.A. López García ‘Adiestramiento
Canino cognitivo- emocional’).
Tras varias etapas en la
educación canina, se desarrollaron técnicas basadas en estudios de psicología
conductista y etología, es decir, se pasó de realizar un trabajo de forma
intuitiva a hacerlo apoyándose en conceptos de una especialidad que estudia la
conducta y el comportamiento, permitiendo así un avance en el adiestramiento.
Este tipo de adiestramiento se
desarrolló por motivo de una simple pregunta: ¿Cómo una persona con
discapacidad física va a poder premiar o castigar a su perro guía (discapacidad
que no permita al individuo apenas moverse ni ser autónomo)?
Por lo tanto se decidió
desarrollar un concepto en el cual el adiestramiento de un perro tuviese los
mínimos refuerzos posibles, de tal forma que el propio animal aprenda a tomar
decisiones por sí mismo y actuar de forma mecánica. Por lo tanto el perro será
capaz de adaptar su conducta en función de la situación.
Aunque a día de hoy aún hay
personas que se niegan a creer que los perros son capaces de pensar, es un
hecho que ha sido demostrado, si bien obviamente no lo hacen de la misma forma
que nosotros, puesto que tienen un ‘sistema operativo’ diferente.
El Adiestramiento cognitivo-
emocional, cómo ya mencionamos en la pasada entrada se basa una
relación entre el dueño y su mascota. De tal forma que el trabajo en equipo
será fundamental y esencial para un correcto funcionamiento. El animal por
tanto, va a obedecer a su dueño porque quiere que su dueño esté contento,
porque son un equipo y el perro depende del dueño al igual que el dueño depende
del perro. El animal consigue un estado de satisfacción realizando bien una
acción, lo cual va a satisfacer al dueño y ambos serán premiados de una forma emocional.
El aprendizaje cognitivo, se basa en conseguir que el
animal cree un esquema mental que pueda aplicar a más situaciones, sin iniciar
con cada acción un nuevo aprendizaje, es decir, que el perro aprenda a
comprender no a mecanizar una acción.
Por ejemplo: enseñar a un
perro a seguir la comida para sentarse, para tumbarse, para caminar a tu lado,
todo en un movimiento, sin repeticiones. El perro no habrá aprendido aún a
sentarse, pero sí que habrá aprendido a que siguiendo la comida, va a conseguir
la comida. Por lo tanto es un principio que va a poder aplicar a muchas más
situaciones en su vida. A la vez, es un mecanismo de recompensa (educación en
positivo), ya que cuando el animal realice la acción, va a recibir un premio.
Educación en positivo:
Ejemplo: el perro se orina en casa. No le regañes cuando lo hace en
casa (aparte podría asociar que orinar está mal e intentar retenerlo, lo cual
podría desencadenar una patología renal), si no que prémiale cuando lo haga
fuera.
De esta forma estamos eliminando las conductas indeseadas
a la vez que reforzamos las conductas
deseadas. El perro va a realizar la acción deseada, porque quiere hacerlo,
porque quiere recibir su recompensa, que bien puede ser emocional, alimentaria
o lúdica (caricias, comida o su juguete favorito por ejemplo).
Resultado del adiestramiento cognitivo- emocional y la educación en
positivo:
El perro va a realizar una
acción de forma independiente para satisfacer a su dueño, una vez finalizada la
acción, el perro es premiado. Todo con un final feliz.
No se trata de que el perro
obedezca a su dueño por miedo y sumisión. Dado que en el momento en que el
perro vea una vía de escape segura, va a dejar de obedecer a su dueño.
Decidimos tener una mascota
porque queremos un compañero en nuestra vida. Por lo tanto debemos acceder a
crear un equipo. Los perros no vienen con un manual de instrucciones. Cada
perro es distinto, al igual que nosotros. Ellos deben de adaptarse a nosotros
igual que nosotros a ellos.
Has elegido tener un perro.
Has elegido formar un equipo de primera. No desperdicies esa oportunidad.
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