domingo, 6 de septiembre de 2015

¿Qué hay de nuevo viejo?

A día de hoy, aún no se ha encontrado el secreto para de la eterna juventud, muy a pesar de algunos.
Los animales también están dentro de esos seres vivos que no han logrado no envejecer. Es un ciclo más de la vida. Nacer, crecer y morir. Lo que marca la diferencia entre unos y otros es el paso y el cambio a través de esas fases vitales.

En esta entrada queremos hablaros sobre la cantidad de cosas que debes de tener en cuenta si tienes una mascota mayor, es decir, geriátrica. Hay muchas cosas nuevas para un animal viejo, aunque a veces lo olvidemos.

Al igual que los humanos, nuestras mascotas, y en general todos los animales, llegan a una fase final en la que su organismo sufre una serie de cambios que desde fuera no conseguimos entender.


Perros y gatos forman cada vez más y más parte de nuestras vidas, y con el paso de los años, también ellos han aumentado la edad de supervivencia. Una de las razones por las que ahora viven más tiempo, al igual que los humanos, es el avance y la constante evolución en la medicina veterinaria. 

Otra de las razones es la mayor conciencia que han tomado muchos propietarios a la hora de cuidar el bienestar de sus mascotas con vacunaciones rutinarias, una alimentación adecuada, un buen manejo...


Ahora es cuando todos giran la cabeza y se preguntan si su mascota es mayor o no. Es una pregunta con difícil respuesta, dado que no hay una bara exacta que defina cuando alcanzan la tercera edad.
De forma general podemos hacer una aproximación, igual que cuando hablamos de la edad de los perros o los gatos en años humanos.

Diríamos:
Perros pequeños hasta los 10 Kilos llegan a considerarse mayores con 10 u 11 años.
Perros hasta los 25 Kilos, son mayores con 9 o 10 años.
Y perros de más de 25 Kilos llegan a una edad geriátrica a partir de los 7 u 8 años.
Los gatos se consideran de forma general mayores desde los 10 años.

Estas diferencias entre edades se deben al diferente metabolismo entre unos perros y otros. Por el mismo motivo que los perros pequeños y los perros grandes tienen distinto tipo de alimentación, ya que su gasto energético es distinto (había un anuncio televisivo de una marca de pienso que explicaba muy bien esta diferencia).



-"Mi perro lleva una temporada que se mueve menos"
-"Mi gato duerme ahora mucho más, creo que está enfermo"
-"Mi perro no me escucha, siempre fue muy obediente, creo que tiene algo en los oídos"
-"Mi perro anda raro..."

Hay miles de ejemplos diarios que nos señalan con exclamación que nadie puede huir de los años.
Los animales, cómo los humanos, pueden llegar a estados seniles, o deterioros neuropsicológicos.

  • Reducción del metabolismo --> se mueve menos
  • Alteración del sistema inmune --> enferma más amenudo
  • Disminución en su capacidad para termorregular. --> se tumba cerca de la estufa-
  • Alteraciones del sueño --> duerme más durante el día.
  • Irritabilidad
  • Pérdida de masa muscular--> se mueve menos
  • Artrosis --> se mueve menos, y los cartílagos se ha ido desgastando con los años.
  • Cambios cutáneos y de pelaje --> Pelo con menos brillo, más pérdida de pelo, pelo canoso
  • Disminución de los sentidos de visión, audición y olfato.--> lo que lleva a menos apetito porque no lo huelen, no te oyen cuando les llamas.
  • Disminución de la alerta mental.--> su capacidad de reacción ha disminuido.


Todo esto como se llama en un lenguaje cotidiano: hacerse mayor.
Imaginaos a vuestros abuelos: algunos refunfuñones, su piel finita como papel de tabaco, repetirles las cosas porque no te escuchan bien, casi todos con gafas, les duele todo al levantarse, se duermen viendo la televisión, ves cómo su fina piel ya no está tan tersa...


Ahora volved a mirar a vuestra mascota mayor.






Hay varios estudios que demuestran que los animales también pueden sufrir Alzheimer y demencia.
El síndrome de disfunción cognitiva, ya mencionado antes como un deterioro neuropsicológico, son una serie de síntomas y procesos que llevan a un estado senil en el animal con alteraciones en su comportamiento social, exploratorio, eliminativo (incontinencia o diarreas) y trastornos del sueño, que se han clasificado como estado demenciales.
Estos cambios presentan un curso crónico, es decir, progresivo (claro, se produce durante toda su vida), con un desgaste en el sistema nervioso central que lleva a desorientación, confusión, falta de memoria...


Aunque muchas personas, sin querer, lo consideren una enfermedad, la edad no lo es. No es más que un periodo de la vida en el que los órganos empiezan a manifestar las consecuencias del desgaste progresivo que se ha producido durante años.
No todos los organismos responden igual. Hay animales que permanecen jóvenes toda su vida, y otros que en plena juventud ya parece que están cansados. No obstante, estos son cambios fisiológicos que experimentan todos los organismos( algunos todos ellos, otros sólo alguno), la diferencia está en cómo se les ha tratado durante el camino.
De ahí la importancia de una correcta y adecuada alimentación, vacunaciones regulares, desparasitaciones... durante su juventud.

Aunque la edad no sea una enfermedad, hay formas de prevenirla para minimizar los signos. 


  • Ayudar a tu mascota a subir y bajar de los sitios
  • Ayudar a mejorar su movilidad y tonificación de los músculos con fisioterapia o natación
  • Realizar ejercicios de olfato para minimizar la pérdida del sentido.
  • Darle una dieta adecuada a su edad y peso
  • Si comienza a perder la vista, cuida que no se muevan los muebles de su entorno, para que se sienta seguro y no se choque.
  • Da paseos cortos y a menudo. Hará ejercicio sin cansarse mucho y podrá socializarse con otros animales.


Cuídales cómo ellos te han cuidado a ti toda tu vida. Ellos han seguido nuestro ritmo toda su vida, ahora es el momento de adaptar nuestra vida a su ritmo.

Está en tus manos que su vida sea perfecta, aunque ellos consideren que ya lo es.


'Blessed is the person, who has earned the love of an old dog'

                                               







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